- Pregúntese a usted mismo: " ¿ Qué es lo peor que podría pasarme si hago ahora mismo lo que estoy aplazando?. La respuesta suele ser tan insignificante que quizá baste para que entre en acción.Evalúe su miedo y no tendrá motivos para aferrarse a él.
- Fíjese un tiempo ( digamos el miercoles de 10 a 10:15) que dedicará exclusivamente a la tarea que ha estado posponiendo.Descubrirá que quince minutos de dedicación plena a menudo son suficientes para salvar el escollo del posponer.
- Tenga el valor y asuma la actividad que elude.Uno solo de sus acto de coraje puede acabar con todos los miedos.Deje de decirse a usted mismo que debe hacerlo bien.Recuérdese que hacerlo es mucho más importante.
- Decida no sentirse cansado hasta el momento de irse a la cama.No se permita utilizar la fatiga o la enfermedad como una vía de escape o para posponer las cosas. Quizá descubra que cuando elimina la razón para la enfermedad o el cansancio ( osea , eludir la tarea) el problema físico desaparece mágicamente.
Si usted quiere queel mundo cambie, no se queje. Haga algo .Más que malgastar los momentos actuales en una ansiedad paralizante por todo aquello que está posponiendo, hagase cargo de esta muy desagradable zona errónea y viva el presente. Sea un hacedor y olvídese de esperar, desear y criticar.